domingo, 20 de mayo de 2012

Demasiado Pastor. Demasiado Rodeo. Demasiado Caracas!


   Que bueno sería sentirnos todos muy felices de tener a un compatriota en el podio de una válida de F1.
   Es lo lógico ademas. Pero ... como no pensar por un momento en las razones que esgrimen quienes no se sienten igual y dudan de esto ante la pobreza, inseguridad, carencia de buenos servicios públicos y demás problemas serios que hay en este hermoso País?
   Da tristeza que esto ocurra, pero es la realidad.
   Y lo peor (o mejor) de todo es que nos divertimos.
    Pastor Maldonado ganó en buena lid, demostró que tiene valía su patrocinio, que no fue producto de algo caprichoso o improvisado como la mayoría de las aventuras de este gobierno.
    Pero ... está ligado a la política, demasiado ligado quizás.
    No es que no pueda estarlo, cada quién es libre de hacer lo que quiera con su vida, pero una figura pública de otra disciplina diferente, debe tener mas cuidado con estas relaciones si no quiere eventualmente ser criticado. Gustavo Dudamel por ejemplo, en este sentido luce un poco mas comedido y diplomático.
    El patrocinio de un deporte como el automovilismo es mega millonario y es paradójico que surja de un gobierno socialista que ha dicho a través de sus voceros frases como "ser rico es malo" o "no importa que estemos desnudos y descalzos en la lucha por la revolución" 
    Dar ante el mundo una cara petrolera de barriga llena, mientras acá no todos los corazones están contentos, es algo muy canalla si se ve desde cierta óptica.
    Yo personalmente me alegre del hecho por ver a Venezuela en alto, aunque confieso no madrugue para ver la carrera ni creo que lo haga en el futuro. Me gustó que el candidato opositor a las próximas elecciones felicitase al piloto ganador, critiqué a los que deseaban su muerte casi y me dio indignación ver como usaban todo a su favor como buenos oportunistas los adeptos al oficialismo. Es decir, sentimientos encontrados, frase clave en la Venezuela de hoy.
   Es una lástima que esto ocurra, pero que podía resultar de la liga blanco/verde cuartarepublicana que como podrido Guanábano creó este Hulk que ahora nos gobierna? Nada bueno, al menos no demasiado.

   Intermedio: El Rodeo, parte del problema carcelario que parece eterno e irresoluble. Demasiada Corrupción, demasiada ineptitud, demasiado cara e´tablismo. Mucho con demasiado. Y ahora hay que celebrar porque lo cerraron? Coño, como diría el genial Alejandro Hernandez: Marico que habláis? Demasiado.

   Ver un par de minutos del vídeo "Caracas, ciudad de despedidas" me basto para sorprenderme de la polémica que se generó en torno a el. Absurda me parece por cierto, con el debido respeto. 
   El vídeo me parece totalmente inocuo, no se que querían lograr sus creadores, si era polémica lo consiguieron entonces, gracias a muchos que se exaltaron por todo y por todos.
   A mi personalmente me preocupó mas el nivel intelectual y neuronal de sus actores que sus propuestas o demandas, realmente parecen tarados, extraterrestres (con el perdón de Marcianos y Selenitas) que no se en que planeta viven. No dicen nada, no aportan nada, o sea, definitivamente, demasiado.
   Pero a quienes chillaron diciendo que son apátridas, que en este País se vive muy bien y que nadie tiene el derecho siquiera a sentir ganas de irse en algún momento y por determinada razón, les digo que están mal también, quizá hasta peor.
   El País está mal, viviendo sus peores momentos y no me digan que no, empecemos por reconocerlo para poder ir solucionandolo. Say no more!
   El solo hecho que este vídeo haya sido concebido es muestra de ello, la edad promedio de los jóvenes que allí aparecen es de 20 años a lo sumo, es decir, son gente que ha crecido y por lo tanto ha sido educada mayormente en esta "Quinta República". Oh sorpresa! Ajá, como les quedó el ojo?
   Pues si, resulta que estos tontos que quieren irse demasiado son hijos del socialismo del siglo 21, las paradojas de la vida nos sorprenden una vez mas.
   Ese vídeo por lo poco que aporta al desarrollo de este país deberían prohibirlo. Pero sin olvidar, (ya que lo vimos) que estamos viviendo mal señores, que hay gente a la que le provoca irse y otra que se va buscando cual infiel amante lo que aquí no consigue: seguridad, meritocracia, funcionarios honestos, instituciones decentes, empleo, salud y un largo ETCETCETCETC.
   Yo insisto. Antes de cualquier cosa tenemos que cambiar nosotros, a mi parecer, cambiar demasiado.